A la hora de trabajar con más eficacia, de organizarme mejor y completar antes mis tareas, hay un puñado de ideas que sé que me funcionan… y otras que no. En eso consiste la “Productividad Personal”. Utilizar según qué momento y qué tareas, los hábitos, gestos o técnicas que te ayudan a trabajar y organizarte mejor.
Sé a ciencia cierta que una de las cosas de las que debo escapar como de la peste es la Multitarea. A mí me mata. Y, según mi experiencia, a la inmensa mayoría de los mortales también. Conozco tres o cuatro superhéroes capaces de dar lo mejor de sí mismos incluso haciendo multitarea. Yo soy incapaz. Para mí la Multitarea es como la kriptonita. Hace que mi trabajo sea vulgar, que mi esfuerzo sea ramplón, que mis resultados sean mediocres.
En mi batalla diaria con la Multitarea he descubierto siete poderosas razones por las que debo procurar evitarla y esquivarla. Y en tanto en cuanto lo haga, veré la mejor versión de mi trabajo.
#1 Me hace trabajar más lento
Hacer dos o tres cosas (o más) a la vez no me permite terminarlas antes sino después. Tardo más tiempo. Dado que mi mente debe ocuparse y repartirse por igual en todas ellas, estaré saltando de una a otra sin parar y sin descanso. Mi atención, mi intensidad y mi capacidad por el detalle se irán poco a poco relajando y debilitando. Y cuando encuentre una dificultad o el más mínimo obstáculo, me atascaré con más facilidad y me costará más resolverlo. En la práctica la Multitarea me hace más torpe y lento. Hasta patoso.
#2 Me estar más distraído
Las distracciones y las interrupciones atacan por cualquier rincón. Pero cae de cajón que cuantas más “ventanas” tengas abiertas más “frío” entrará en la casa. Si una sola tarea a veces ya logra distraerme, imagina cuando me pongo con dos o más a la vez. Las posibilidades de sufrir una interrupción y sus consecuencias se multiplican. La “unitarea”, en cambio, me permite estar más concentrado y más atento. Esto, en personas que tienden a distraerse con facilidad se nota todavía más.
#3 Me hace más descuidado
La unitarea y el ir más despacio me hace estar más pendiente de los detalles. Eso no sólo me permite dar un extra de calidad a mis tareas (lo cual ya de por sí es la leche), sino que logro anticipar las dificultades o esquivar los errores que me zancadillean cuando voy pendiente de mil cosas. Cuando haces una sola tarea te da tiempo y tienes capacidad de percatarte de los detalles; y —lo que a la hora de la eficiencia es súper importante—, avanzar con más seguridad y ritmo. A la larga no sólo imprimo más calidad a mi trabajo sino que lo termino antes.
#4 Me estresa, me contagia ansiedad
El hecho de hacer varias tareas simultáneamente hace que todas ellas me estén recordando que están ahí. “Eh, eh, que estoy aquí y tienes que hacerme cuanto antes”. Eso, hasta en los días en los que yo estoy bien, me contagia ansiedad y hasta estrés. En lugar de preocuparme sólo de una tarea tengo que estar pendiente de varias a la vez. Y si todas ellas son importantes o estoy trabajando con fechas límite, mis niveles de estrés se dispararán como un sputnik .
#5 Me hace caer en la precipitación
A mí no me gusta tener varios frentes abiertos y lo que busco es cerrar tareas cuanto antes. El hecho de tener varias abiertas, reclamando constantemente mi atención, hará que las quiera cerrar y terminar cuanto antes y como sea. Eso, por fuerza, me lleva a la precipitación, a cerrar en falso, a poner la firma a un cuadro que todavía no está terminado. En el mejor de los casos mi trabajo será aceptable pero mediocre, y en el peor tendré que corregirlo o rehacerlo por completo.
#6 Me vuelve más irregular
Es imposible que en todas las tareas sea capaz de repartir la misma cantidad de talento, ideas, energía y concentración. Aun en tareas de la misma importancia e impacto terminaré por poner más en unas que en otras, cosa que en prinicipio no quiero bajo ningún concepto. Eso hará que el resultado de mi trabajo sea discontinuo, voluble e impredecible (en el mal sentido de la palabra).
#7 Me hace perder el control
La unitarea me permite ser muuuuuucho más consciente de lo que hago. Una cosa, luego otra, luego otra… Sé qué significa cada tarea, lo que busco con ella, lo que exige de mí y lo que me va a dar una vez terminada. La Multitarea me dispersa, me diluye y me hace estar en varios sitios a la vez. En lugar de tener el control y saber (saborear, calibrar) lo que hago, me convierte en un matasellos automático que va de un sitio a otro sin orden ni concierto. Sin reparar en los detalles, sin poner atención, acelerado y torpe.
No sé si a ti te ocurrirá lo mismo… pero a mí, claramente, la Multitarea me mata.
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