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Esto de los accidentes con los móviles da para escribir uno o dos libros, pero la historia que te vamos a contar ahora tiene lo suyo. Ron Walker trabajaba en la Fuerza Aérea estadounidense y se encargaba de verificar que la posición del avión en pleno vuelo era la adecuada para que los paracaidistas saltaran. En plena faena y volando a una altitud de 300 metros notó cómo se deslizaba de su bolsillo el iPhone 4 cayendo al vacío.
"Supongo que tendré que comprarme otro móvil", se dijo a sí mismo, y prosiguió con su trabajo. De vuelta a la base, comentó a sus compañeros el incidente y uno de ellos le recomendó buscarlo con la función Find my phone, que resultó ser un auténtico éxito, localizando el dispositivo en una zona boscosa. Lo sorprendente del asunto es que el móvil funcionaba a la perfección y apenas tenía unos rasguños, suponemos que gracias también a la funda Griffin que lo protegía.
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