La forma de ver la televisión está cambiando a pasos agigantados, al menos en EEUU. La semana pasada conocíamos el éxodo progresivo que los norteamericanos están haciendo desde sus suscripciones de cable a la red, donde encuentran servicios más flexibles y de calidad.
Allí, las cadenas se han lanzado de forma potente a ofrecer sus series más destacadas en Internet, pudiendo verlas al ritmo que uno desee. Además, servicios como Hulu o Netflix ya son habituales en los televisores y centros multimedia, lo que unido a tiendas como la de Apple o el hecho de que pasemos cada vez menos tiempo delante del ordenador y más navegando por Internet, está provocando un cambio de hábitos que sin embargo no atisbamos ni de lejos en España.
Aquí no hay alternativas serias y todos los intentos son difusos. Solo Youtube y recientemente las cadenas que ponen parte de su programación a disposición de los internautas han calado. Son precisamente esos los canales que empezamos a ver en los propios televisores. Estos siguen sirviendo para ver la tele pero ahora nosotros podemos decidir el momento.
Pero los portátiles, ultraportátiles, reproductores multimedia y ahora el iPad y los tablets que vendrán, pensados desde sus inicios para consumir, pueden animar un mercado que queremos que arranque ya.
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